
Han pasado cinco años y un vía crucis de lesiones desde aquel desgarro de la rodilla izquierda en noviembre de 2020, un total de 13 que le mandaron a pasar 644 días en la enfermería y a perderse 125 partidos. Ocurre que ahora la respuesta del club frente a la exposición de Ansu Fati es exactamente lo contraria: se busca potenciarlo.
Flick sí confía, aunque no quiere apurar su reincorporación. Y eso que no tiene demasiado en el banquillo. Ante el Mónaco, por ejemplo, el técnico alemán solo miró a los suplentes cuando entendió que el partido ya estaba resuelto en favor del Mónaco y que debía cuidar las fuerzas de sus muchachos para el duelo del domingo pasado frente al Villarreal. “No han llegado tarde los cambios”, expuso Flick después de que el primer jugador sustituido fuera Cubarsí en el minuto 79. “Hemos defendido con mucha pasión y tuvimos oportunidades”, añadió. Ansu Fati fue el último en saltar al campo, en el minuto 88. El delantero no tuvo tiempo suficiente para enseñar su estado de forma, pero sí para recibir el apoyo público de su entrenador, que lo abrazó con cariño en el cierre del duelo.
“Tiene una calidad realmente buena. Lo vi la última semana y también lo había visto cuando empezamos la pretemporada. Lo veo muy bien, diferente a cuando había estado con él en Brighton”, reveló el técnico sobre sus visitas al sur de Inglaterra, la campaña pasada, cuando ya había cerrado su acuerdo con el Barcelona. “Aquí él es totalmente diferente. Está centrado, es más intenso en el terreno de juego durante los entrenamientos”, añadió. “Pero”, concluyó Flick, “creo que ahora necesita algo de tiempo. Nos preocupamos por él porque es importante que los jugadores puedan jugar y no volver a lesionarse”.
Ansu quiere reencontrarse con su fútbol, sumado a las lesiones en la plantilla del Barcelona, el delantero tiene una nueva oportunidad. Flick cree en su talento y el club también. Este miércoles podría tener muchos minutos, incluso ser titular según nos dice