Vicente Moreno está atravesando uno de los momentos más desafiantes de su etapa al frente del banquillo de la UD Almería desde su llegada el 17 de junio pasado. El comienzo de la temporada en LaLiga está generando preocupación, especialmente cuando se evalúan los resultados, que en última instancia son el factor determinante en el mundo del deporte y, más concretamente, en el fútbol. Los rojiblancos son el único equipo de la Primera División que aún no ha conseguido una victoria en lo que va de temporada, después de que Las Palmas rompiera esta estadística al vencer al Granada en su último partido.
Con tan solo dos puntos sumados en seis jornadas, el Power Horse Stadium ya ha sido testigo de la inquietud de los aficionados, que expresaron su descontento con algunos silbidos durante el último partido en casa contra el equipo de 'Pipo Baraja'.
En situaciones como esta, los aficionados suelen ser los primeros en perder la paciencia, y su inquietud se alimenta de las redes sociales, exacerbando el problema. En este caso, su descontento está respaldado por la evidencia de que su equipo se encuentra en el último lugar de la tabla y no ha logrado ganar ninguno de sus partidos.
Los indálicos han perdido la fortaleza que solían tener en su estadio, una situación que contrasta con la temporada anterior y que es motivo de preocupación, ya que un equipo cuyo objetivo principal es la salvación necesita obtener resultados positivos, especialmente en casa, y eso no está ocurriendo.
Como ha mencionado Vicente Moreno en varias ocasiones, el tiempo es un recurso escaso en el fútbol, y este se agota en su contra. La paciencia, que mencionamos anteriormente, también se está agotando en las altas esferas del club. Además, con una pausa internacional a la vuelta de la esquina, la posible sustitución del entrenador se está convirtiendo en una posibilidad cada vez más real.
No sería precipitado afirmar que esta semana es crucial para Vicente Moreno desde su llegada a Almería. La continuidad o la despedida prematura del club almeriense podrían depender en gran medida de los resultados que su equipo obtenga en los próximos cinco días, con partidos contra el Sevilla en el Pizjuán y el Granada en el Power Horse.
A pesar de la situación complicada, Moreno ha expresado que se siente respaldado tanto por la dirección del club como por los jugadores. Sin embargo, este respaldo se verá en entredicho si los resultados no mejoran de manera inmediata. En el mundo del fútbol, la estabilidad en los banquillos es casi inexistente, y las decisiones sobre la continuidad de un entrenador suelen ser precipitadas y erráticas.
Más allá de los resultados, es importante destacar que el equipo dirigido por Moreno ha mostrado un juego destacado. El Almería ha competido de igual a igual contra rivales de la talla del Real Madrid y el Villarreal, lo que demuestra su capacidad. Si evaluamos los partidos más allá del marcador, los almerienses han convencido a casi todos. No se pueden encontrar defectos en el trabajo de Vicente Moreno de un área a otra.
Sin embargo, el problema radica precisamente en la falta de eficacia en el área, tanto en la ofensiva como en la defensiva. En seis jornadas, el equipo ha logrado convertir solo 5 de los 8.55 goles esperados a su favor y ha encajado 12 de los 8.48 goles esperados en contra, lo que resulta en una diferencia negativa de -6.97, siendo el segundo peor registro en las cinco grandes ligas, solo superado por el Mainz 05 (-7.36).
A pesar de la sensación de injusticia que rodea a la UD Almería, la realidad es que los resultados son los que cuentan en una temporada. Todos esperan que Vicente Moreno y su equipo puedan dar un giro a la situación, ya que tanto él como su cuerpo técnico y jugadores lo merecen.