Edward Iordanescu, el seleccionador de Rumanía, expresó su entusiasmo y determinación ante la prensa previo al partido contra Eslovaquia. Subrayó que el equipo nacional se encuentra en un punto crucial, no solo en términos deportivos sino también emocionales, destacando la recuperación del espíritu y la dignidad como logros significativos tras la clasificación.
Iordanescu rechazó la idea de buscar un empate, afirmando que el objetivo es la victoria y el primer puesto en el grupo, lo que ofrecería ventajas estratégicas para las etapas posteriores del torneo. Resaltó la organización y madurez de Eslovaquia, reconociendo la calidad de su seleccionador y la solidez defensiva del equipo.
A pesar de la dura competencia enfrentada contra Bélgica, Iordanescu confía en el talento y potencial de su selección. Admite que, aunque el talento siempre ha estado presente, la preparación y competitividad podrían haber sido insuficientes en el pasado. Sin embargo, ve la posibilidad de un resultado favorable contra Ucrania, basado en la vulnerabilidad observada en Bélgica durante su último encuentro.
En resumen, Iordanescu transmite un mensaje de optimismo y confianza en su equipo, enfatizando la importancia de mantener la identidad nacional y luchar por un lugar destacado en la Eurocopa. Con la mirada puesta en superar la fase de grupos, Rumanía se prepara para enfrentar a Eslovaquia con la esperanza de continuar su camino en el torneo.