Adrien Rabiot no estará disponible para Didier Deschamps en el partido de los cuartos de final que Francia disputará el próximo viernes, con rival todavía por confirmar. El futbolista vio este lunes contra Bélgica su segunda tarjeta amarilla del campeonato y deberá cumplir un partido de sanción, generando un debate para el seleccionador, pues se le abre un abanico de opciones.
Deschamps deberá decidir si mantener el sistema con cuatro centrocampistas en rombo, sustituyendo a Rabiot con un pivote más como Camavinga o Fofana, o volver al 4-2-3-1 de la fase de grupos, dando entrada a un atacante más como Dembélé, que fue suplente hoy, o Barcola, que tuvo una buena actuación frente a Polonia.
La ausencia de Rabiot es un golpe significativo para el equipo, ya que ha sido una pieza clave en el centro del campo francés. Su capacidad para recuperar balones y su visión de juego han sido fundamentales en el esquema de Deschamps. Sin embargo, la profundidad de la plantilla francesa ofrece varias alternativas viables.
Camavinga, con su energía y habilidad para romper líneas, podría ser una opción ideal para mantener el equilibrio en el centro del campo. Fofana, por otro lado, aporta una presencia física y defensiva que podría ser crucial contra equipos más agresivos. Si Deschamps opta por un enfoque más ofensivo, Dembélé y Barcola ofrecen velocidad y creatividad en el ataque, lo que podría desestabilizar a las defensas rivales.
La decisión final de Deschamps dependerá del análisis del rival y de la estrategia que considere más adecuada para avanzar a las semifinales. La versatilidad y el talento de la plantilla francesa le permiten adaptarse a diferentes situaciones, lo que será crucial en esta fase decisiva del torneo.