Mikel Oyarzabal no está dispuesto a dejar que una pequeña lesión muscular detenga la excepcional dinámica en la que se encontraba antes de ese enfrentamiento con la selección frente a Chipre y esa desafortunada jugada en la que sintió un tirón en la parte posterior del muslo izquierdo, llevándolo a solicitar el cambio. Los exámenes realizados ayer confirmaron que tiene una leve rotura fibrilar en el bíceps femoral de la pierna izquierda, pero él se encuentra en buen estado y mantiene un enfoque optimista hacia el futuro inmediato.
De hecho, según apunta Mundo Deportivo en su edición de Gipúzcoa no descarta completamente la posibilidad de una recuperación rápida para estar disponible incluso el próximo domingo frente al Sevilla. Tanto el jugador como el entrenador prefieren esperar y observar cómo evoluciona durante la próxima semana, a partir de mañana, para evaluar sus posibilidades, que parecían nulas cuando sufrió la lesión el pasado jueves.