El Girona ha completado una nueva sesión de entrenamiento este miércoles en la nueva Ciutat Esportiva de Vilablareix, con el objetivo de preparar el partido del próximo sábado frente al Espanyol, que será el segundo test de pretemporada.
El técnico del equipo gerundense, Míchel Sánchez, ha dirigido la sesión, en la que Viktor Tsygankov y Jhon Solís han seguido trabajando al margen. Ambos jugadores probablemente se perderán el próximo encuentro. Sus ausencias se suman a las ya confirmadas de Joel Roca, Ricard Artero y Jastin. Además, Artem Dovbyk tampoco ha estado presente en la sesión, ya que ha viajado a Madrid para pasar el reconocimiento médico y firmar su contrato con el Atlético de Madrid.
Por otro lado, Blind y Herrera continúan de vacaciones, mientras que Miguel, Ureña y Abel Ruiz están ausentes debido a sus compromisos internacionales en los Juegos Olímpicos.
La sesión de entrenamiento se ha centrado en ejercicios tácticos y físicos, con el objetivo de mejorar la cohesión del equipo y la preparación física de los jugadores. Míchel Sánchez ha puesto especial énfasis en la coordinación defensiva y en la transición rápida de defensa a ataque, aspectos clave para el estilo de juego que pretende implementar en la próxima temporada.
A pesar de las ausencias, el equipo ha mostrado un buen nivel de intensidad y concentración durante la sesión. Los jugadores han trabajado en diferentes situaciones de juego, simulando posibles escenarios que podrían enfrentar en los partidos de la temporada.
Con la mirada puesta en el amistoso contra el Espanyol, el Girona continúa afinando detalles y ajustando su estrategia para llegar en las mejores condiciones posibles al inicio de la temporada. La incorporación de nuevos jugadores y la recuperación de los lesionados serán factores clave para el éxito del equipo en los próximos desafíos.
