En una noche llena de emoción en Son Moix, el Real Mallorca ha demostrado ser un equipo renovado y en plena forma. El esperado paso adelante que los aficionados bermellones estaban esperando finalmente se ha materializado en un enfrentamiento vibrante contra el Barcelona. A pesar de que podrían haber cosechado aún mejores resultados, el empate contra el Barcelona ha sido como un bálsamo para las heridas causadas por su derrota en Montilivi. Este empate ha despertado a un Mallorca que había tenido dificultades para arrancar en esta temporada, mejorando notablemente sus sensaciones a medida que avanzaba la temporada.
La historia comenzó con una pifia en la salida de balón de Ter Stegen, que permitió una brillante recuperación de Antonio Sánchez, mostrando su mejor versión en Son Moix. Lo que siguió fue una asistencia magistral que permitió a Muriqi anotar un gol espectacular, imposible de detener incluso para el portero alemán del Barcelona. Abdón completó el primer tiempo con su cuarto gol en cuatro partidos, brindando a los seguidores del Mallorca una noche mágica en Son Moix.
El Mallorca, bajo la dirección de Aguirre, ha buscado con ahínco presencia, garra y lucha en el campo, características que antes parecían esquivarles. Frente al Barcelona, el equipo mostró una cara más parecida a la temporada pasada, cuando eran un muro infranqueable. En solo ocho minutos del primer tiempo, quedó claro que Aguirre está logrando que su equipo juegue como él quiere, recordando la exitosa temporada 22/23. Desde un punto de vista puramente de resultados, este empate representa un punto de inflexión que renueva la fe en el estilo de Aguirre.
El once inicial seleccionado por Aguirre incluyó a jugadores como Gio González, Copete, Antonio Sánchez y Abdón Prats, con la sorprendente ausencia de Samú Costa, la única adquisición en el mercado que no formó parte del once inicial. Incluso dos de las inversiones más importantes del club en los últimos tiempos, Sergi Darder y Cyle Larin, comenzaron desde el banquillo, aunque tuvieron su oportunidad en el campo. Todas las nuevas caras propuestas por el entrenador mexicano funcionaron a la perfección, lo que resultó en un valioso empate contra el líder que puede marcar un cambio de rumbo prometedor para el Real Mallorca.