El Getafe, decidido a reforzar su línea ofensiva, ha aumentado su oferta inicial por el 50% de los derechos económicos de Adrián Liso, doblando los 1,5 millones de euros que el Zaragoza rechazó recientemente. La situación ha dejado al club maño en una encrucijada, pues aunque su plan original era retener al jugador, la nueva oferta ha puesto en duda su postura inicial. El extremo, renovado por el Zaragoza hasta 2029 con una cláusula de rescisión de 15 millones de euros, se ha convertido en una pieza codiciada.
Víctor Fernández, entrenador del Zaragoza, ha dejado claro que Liso es fundamental para sus planes, pese a que solo ha jugado 12 partidos con el primer equipo. Sin embargo, la decisión final sobre el futuro del jugador no recaerá únicamente en Fernández. Juan Carlos Cordero, director deportivo del club, indicó que cualquier propuesta sería presentada al Consejo, que tendrá la última palabra. Esta situación recuerda a episodios anteriores, como las ventas de Pep Biel y James Igbekeme, donde la directiva actuó en contra de los deseos del entrenador, con resultados mixtos.
La necesidad del Getafe de reforzar su ataque se ha vuelto crítica, especialmente con la posible salida de Borja Mayoral, lo que dejaría a José Bordalás sin opciones claras en la delantera. Carles Pérez, uno de los pocos jugadores ofensivos restantes en la plantilla, no es un delantero puro, similar a Liso, que aunque no es un ariete natural, podría aportar dinamismo y opciones en la ofensiva azulona.
Además de Liso, el Getafe sigue trabajando en otros refuerzos. Rubén Reyes, Ángel Torres y Bordalás están inmersos en la tarea de completar una plantilla que aún necesita varias incorporaciones, especialmente en la zona ofensiva. La reciente salida de Gastón también ha abierto la posibilidad de fichar a Mouriño, un jugador que ya conoce bien al Zaragoza tras su paso por el club en la temporada anterior.