La breve estadía de Diego Alves en el Celta de Vigo es posiblemente la más corta en la historia centenaria del club gallego. El portero brasileño se unió al equipo el 8 de febrero para cubrir la ausencia de Marchesín, pero se marcha dos meses después debido a una grave lesión en la rodilla, que probablemente también marque el fin de su carrera como futbolista.
La lesión de Alves ocurrió hace dos semanas, pero desde entonces ha habido silencio y misterio en torno a esta enigmática historia. Primero, Carlos Carvalhal ocultó la lesión del arquero y luego el Celta emitió un escueto comunicado en el que simplemente informaba de una lesión en la rodilla derecha, afirmando que estaban a la espera de un diagnóstico definitivo. Sin embargo, trece días después, aún no se conoce dicho diagnóstico.
El Celta inició conversaciones con Diego Alves para rescindir el contrato que los unía hasta junio, ya que la lesión le impide recuperarse antes de que termine la temporada y el equipo vigués no planea contar con el brasileño para la próxima temporada. Se espera que la rescisión oficial se haga pública en las próximas horas, ya que no se espera una larga negociación.
Las bajas de Marchesín y Diego Alves dejan a Iván Villar como el único portero de la primera plantilla. A pesar de esto, el Celta no buscará un nuevo arquero en el mercado para las últimas diez jornadas de la temporada. Al igual que en febrero, solo se permite el fichaje de jugadores libres y Luís Campos no encuentra convincentes a los disponibles en el mercado. El club confía en Villar y Christian Joel, que asciende del equipo filial y se convierte en el segundo portero hasta el final de la temporada.