Osasuna dejó claro por qué El Sadar es uno de los escenarios más difíciles de la liga, ofreciendo un recital de intensidad y compromiso que culminó en una victoria merecida frente a un Mallorca que fue incapaz de mantener el nivel mostrado en jornadas anteriores. En una tarde soleada, poco habitual en Pamplona, los locales aprovecharon la ocasión para rendir tributo a su exentrenador, Jagoba Arrasate, actual entrenador del Mallorca, con una actuación que revivió la esencia combativa del equipo.
El partido comenzó con un Osasuna eléctrico, impulsado por el ímpetu de Bryan Zaragoza, cuya capacidad para desbordar por las bandas encendió a los aficionados desde el primer minuto. Este empuje inicial se tradujo en un asedio constante sobre la portería de Greif, con Budimir y Aimar Oroz probando fortuna desde fuera del área, y un Asano que estuvo cerca de abrir el marcador antes del descanso.
Mallorca, por su parte, intentó responder a la intensidad rojilla, pero nunca logró igualar la energía de los locales. Darder trató de llevar el peso del juego para los visitantes, pero la presión alta de Osasuna y su incansable ritmo terminaron por desactivar cualquier intento de reacción.
El único gol del partido llegó en la segunda mitad, cortesía de Rubén García, quien, con un disparo preciso, selló el destino de un Mallorca que parecía perder fuerza a medida que avanzaban los minutos. La ventaja pudo ser mayor, pero Osasuna se conformó con bajar el ritmo sin perder el control del juego, asegurando tres puntos vitales que refuerzan su posición en la tabla.
Para los Managers Fantasy, Rubén García se consolida como una opción a considerar, gracias a su capacidad para decidir partidos importantes. Además, Bryan Zaragoza y Budimir son jugadores a seguir, con su habilidad para generar peligro constante, características muy valiosas para sumar puntos en cualquier equipo Fantasy.
