
El Fantasy es una carrera de fondo y un tobogán de emociones. Hay muchos factores que afectan al resultado final (suerte, acierto, constancia, estrategia, economía…) pero sin duda un factor determinante que en ocasiones pasa desapercibido es la gestión de emociones.
Hay que saber tanto no venirse arriba y crecerse cuando las cosas van bien, como relativizar las malas jornadas y especialmente las malas decisiones. A veces dudamos entre dos jugadores y el que dejas en el banquillo acaba siendo MVP de la jornada. Es lógico que sobrevenga la frustración, pero debes saber canalizarla y que no te aleje del objetivo final afectándote para las siguientes jornadas.
En mi experiencia como manager, he visto remontadas increíbles. Incluso he protagonizado algunas, y también las he sufrido. Por ejemplo, puedes tener una renta muy cómoda pero si en la segunda vuelta de la temporada tu rival directo aprovecha los tramos buenos de Chukwueze, Jackson, Carrasco, Hermoso, Escalante, Taty, etc (ejemplos de la temporada pasada)… la clasificación puede dar la vuelta a la tortilla rápidamente. Los jugadores que he citado no eran excesivamente recomendables en la primera vuelta, pero la liga es muy larga y hay altibajos. Por ello, no debemos desesperar ni por una jornada mala ni siquiera por una racha discreta de puntos. Nuestro momento, si persistimos, acabará llegando.
Mi mayor consejo es no salirse del camino. Hay que seguir haciendo las pequeñas cosas que dependen de uno mismo (entrar a los mercados, gestionar tu economía, planificar las jornadas, etc…). Los principales riesgos cuando las cosas van mal es tomar decisiones precipitadas que lo único que hacen es empeorar las cosas. Por eso, el mejor consejo te lo podría dar el gran Maxi (Eduardo Gómez) de ‘La que se Avecina’: MENTE FRÍA.
Es posible que tras una mala racha, quieras dar una vuelta a tu equipo. Eso está bien, pero nunca te dejes llevar por impulsos. No hay que malvender a buenos jugadores que en un futuro puedan volver a su mejor nivel. Tampoco hay que lanzarse a clausular o pujar a lo loco, especialmente a tus rivales, porque precisamente eso es lo que ellos quieren, jugar con tu desesperación. La única receta válida tras una mala racha es planificar lo mejor posible la jornada siguiente y esperar que cambie la tendencia. En estos casos, la filosofía Cholo funciona (jornada a jornada), y os aseguro que en Fantasy al final la balanza de la suerte tiende a equilibrarse.
Es vital esperar pacientemente que llegue nuestro momento. En los malos tiempos, más que nunca, también hay que relativizar todo y ser conscientes que el Fantasy es sólo un juego. Si llega el momento en que una mala jornada afecta a nuestro humor o a las relaciones con nuestro círculo cercano, entonces tenemos que cambiar el chip. No me refiero a reducir pasión, porque como un apasionado Fantasy que soy, esta droga es necesaria. Pero tienes que aprender a darle el espacio que merece para que todo encaje.
Si tus rivales de liga son personas conocidas, con los que sueles compartir grupos de whatssap, telegram, etc, mi consejo es que seas más inteligente que ellos. Cuando las cosas no te vayan bien no entres a provocaciones que sólo traten de desestabilizarte. Por contra, intenta meterle una dosis de humor si por ejemplo a uno de tus jugadores lo expulsan o se marca un autogol. Aunque por dentro estés rabiando, de cara al exterior tienes que mostrarte fuerte, especialmente en los momentos más delicados de la temporada.
En definitiva, las ligas se ganan en la jornada 38. Es imposible celebrar sin haber pasado por algún bache, por mínimo que sea. De ti depende que ese bache sea un simple traspiés o se acabe convirtiendo en un pozo del que no puedas salir. En Fantasy, muchas veces, el peor enemigo eres tú mismo. Espero que os sirvan estos consejos para mejorar vuestra gestión emocional, aunque el que os los de sea un lunático como Don Quijote.