En solo una semana, el Atlético de Madrid ha asegurado la incorporación de Artem Dovbyk como su nuevo delantero para la temporada 24-25. La directiva del club colchonero mantuvo negociaciones rápidas y efectivas con el Girona, logrando un acuerdo por debajo de los 40 millones de euros de la cláusula de rescisión que tenía el jugador, ex del Dnipro.
Este breve lapso de tiempo también fue suficiente para que el Atlético, dirigido por su equipo deportivo, sellara el trato con el máximo goleador de LaLiga en la pasada temporada, quien anotó 24 goles en su debut en la liga española. Dovbyk hereda así el dorsal número 9, dejado vacante por Memphis el pasado 30 de junio. Este rendimiento goleador es notable, recordando que en la última liga ganada por el Atlético en la temporada 20-21, Luis Suárez anotó 21 goles, quedándose corto frente a las cifras del nuevo fichaje.
La rapidez de esta operación comenzó cuando Morata, tras haber asegurado a la directiva del Atlético que permanecería en el equipo, anunció su transferencia al Milan. Ante esta situación, los responsables del área deportiva del club, incluyendo a Gil Marín, Carlos Bucero, Andrea Berta y el entrenador Diego Simeone, se movilizaron rápidamente para asegurar a Dovbyk como su nuevo atacante.
El propio jugador y su entorno demostraron una firme voluntad de dar el salto a uno de los grandes de LaLiga, facilitando así la negociación. Aunque Dovbyk tuvo una temporada histórica con el Girona, siendo el único equipo fuera de Madrid y Barcelona en superar al Atlético en la clasificación, la oportunidad de unirse a un club con mayor proyección como el Atlético de Madrid resultó irresistible.
Mientras otras negociaciones en el mercado de fichajes parecen alargarse sin resultados concretos, como los casos de Hancko y Merino, el fichaje de Dovbyk se concretó de manera veloz y eficiente. Esta agilidad en la operación confirma a Dovbyk como el nuevo delantero exprés del Atlético, un refuerzo que llega para marcar la diferencia en la delantera del equipo colchonero.