
Ronald Araújo, una de las figuras clave en el nuevo Barça, es conocido por su liderazgo en y fuera del campo. Su papel en la defensa ha sido esencial en los éxitos recientes y futuros del equipo. Sin embargo, si hay algo que ha lastrado su carrera, son las lesiones. Desde su debut en el primer equipo hace seis temporadas, ha sufrido 14 lesiones, algunas más graves que otras. Esto equivale a un promedio de más de dos lesiones por temporada, sumando un total de 10 meses de tiempo perdido. Tras superar su última lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda, Araújo regresa al equipo y podría volver a jugar este fin de semana contra el Celta.
Su físico imponente ha estado vinculado directamente a sus problemas físicos. Araújo es un jugador que da todo en el campo, pero en ciertas ocasiones, su explosividad le ha pasado factura y lo ha llevado al límite. La temporada pasada, su lesión de larga duración afectó significativamente al Barça, especialmente en competiciones europeas, donde la defensa se vio desafiada sin su presencia. Además, la lesión le impidió participar en la Copa del Mundo de Qatar y contribuir a su selección. Con el tiempo, Araújo ha aprendido a escuchar su cuerpo y comunica cualquier molestia al cuerpo técnico para evitar lesiones, como lo hizo durante el Gamper al solicitar el cambio en la primera mitad debido a una molestia.
Ahora, tras un mes fuera de los terrenos de juego, Araújo regresa con la llegada de Cancelo, lo que debería reducir su presencia en el lateral y, potencialmente, disminuir la frecuencia de lesiones. Sin embargo, el Barça no puede permitirse perder a una de sus piezas más importantes si aspira a competir por todos los títulos. A pesar de la reducción de lesiones desde la incorporación del equipo médico del Dr. Pruna, queda margen de mejora, especialmente en el caso de Araújo.