Arrasate no está dando con la tecla. Osasuna sigue teniendo tramos buenos en los partidos, de superioridad y sometimiento al rival, pero se está mostrando muy endeble en ambas áreas. De cara a próximos compromisos, no es descartable que Arrasate introduzca novedades, ya que las cosas no están funcionando y la dinámica cada vez es más negativa.
El primer cambio podría llegar en la portería, donde Aitor más pronto que tarde debería recibir alguna oportunidad. Los centrales están discutidos, pero en esa posición Arrasate no cuenta con excesiva profundidad. Más que un cambio de cromos, podriamos ver una alteración del sistema con defensa de cinco, introduciendo a Juan Cruz en la ecuación. De este modo, los laterales ofensivos que tiene Osasuna podrían realizar función de Carrileros, tanto Mojica como Rubén Peñá.
En la medular, podrían ir apareciendo Pablo Ibáñez e Iker Muñoz, aunque este último atraviesa un bache anímico. Moncayola ya ha probado alguna suplencia y no es descartable que los Torró, Oroz o Moi también puedan quedarse algún partido en el banquillo. En la parte ofensiva el equipo no tiene mordiente más allá de Budimir, ya que Chimy se está mostrando irregular y las alternativas no aportan competencia. Una opción que no se debe descartar es la doble punta, juntando al croata con Raúl García. Se avecina una pequeña revolución en el Sadar y podría haber cambios en todas las posiciones de cara al próximo once de Arrasate.